jueves, 13 de agosto de 2009

"Nushú, una lengua de mujeres"

"No somos nosotros los que decimos al mundo con el lenguaje,
el mundo se dice a sí mismo en el lenguaje". Octavio Paz.

Hernán Diez (2004)

En China, un país con más de 3.500 años de historia escrita, las mujeres no siempre tuvieron acceso a la lectura y a la escritura.
 
En Hunan, una provincia ubicada en la región centro-sur de China, sólo los hombres podían leer y escribir en Hanzi. En aquella región, hace más de mil años, las mujeres de las aldeas crearon una lengua que sólo podía ser entendida por ellas: el Nushú, que significa "lengua de mujeres."
  
Las mujeres no sólo hablaban y cantaban el Nushú sino que también lo escribían. Esta lengua está comprendida por más de 2000 caracteres, lo que representa entre 1000 y 1500 palabras posibles. Se escribía de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo. La escritura se realizaba en abanicos, pañuelos, diarios personales y con menos frecuencia sobre las palmas de las manos, o en las ropas, mediante finos bordados. También podían hallarse escritas en Nushú las llamadas "cartas del tercer día": libros que las madres les daban a sus hijas después del matrimonio. De esta manera y durante ciertos festivales populares, las mujeres mayores les enseñaban a las más jóvenes el Nushú. Y en Nushú se brindaban consejos, compartían cosas de su vida cotidiana y enviaban mensajes de afecto.
  
Según la tradición, cuando las mujeres morían debían ser quemadas junto con sus objetos personales. Por lo tanto, la documentación que existe sobre estos escritos es reducida. En uno de los pocos documentos que se conserva la escritura Nushú, puede leerse: "Los hombres se atreven a salir de casa para enfrentarse al mundo exterior, pero las mujeres no son menos valientes al crear un lenguaje que ellos no pueden entender". En otro documento, se dice: "Debemos establecer relaciones de hermanas desde la juventud y comunicarnos a través de la escritura secreta".
 
Estas “relaciones de hermanas” les permitió a las mujeres establecer vínculos solidarios entre sí; las unió, sin distinciones de ninguna clase, en un lugar en el que ser mujer era algo muy semejante a ser esclava de un hombre.
  
A partir de que Mao Tsé-Tung fue elegido primer presidente de la República Soviética de China en 1931 (quién, curiosamente, había nacido en 1893 en el pueblo de Shaoshan, provincia de Hunan), las mujeres pudieron acceder por primera vez a la educación y a la vida pública y política. Pero, junto con estos avances que produjo la revolución, también aparecieron los comisarios políticos (y las comisarias...) Este órgano de control suponía que el Nushú podía ser un vehículo para el espionaje. En consecuencia, las mujeres que utilizaban el Nushú fueron castigadas y la lengua, entonces, pasó a ser aún más clandestina.
  
Yang Huanyi, la única mujer que sabía Nushú en la actualidad, murió el pasado 23 de septiembre a los 98 años en Jianyong, provincia de Hunan. Según personas cercanas a Yang, ella nunca había aprendido el chino. Fue una de las principales figuras en representación de China durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, que fue llevada a cabo en 1995, y le entregó sus escritos a la Universidad de Qinghua para que sean estudiados.
 
El Nushú, la única lengua conocida en la que solo intervienen mujeres, recién apareció para el ámbito internacional en 1983. En 2002, el gobierno de China construyó un museo en Jiangyong, el pueblo en el que nació Yang Huanyi. Ese espacio albergará unos 300 objetos con escritura Nushú.
  
En una oportunidad, al hablar sobre el Nushú, Yang comentó: “Hizo nuestras vidas mejores, porque nos ofreció un modo de poder expresarnos".
  

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